Por Maribel Orgaz –
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Pasear este
precioso embalse que parece una postal,
jugar en alguno de los puntos de acceso y
tomar nuestro tentempié bajo sus grandes
árboles es un plan estupendo para toda la
familia. Los niños podrán jugar con agua que
siempre les encanta. Es una zona muy poco
visitada y se puede decir que prácticamente
desconocida.
*Comenzamos la ruta en el antiguo cartel de
madera, hoy día ilegible, que explicaba las
características naturales de la zona. Una
portera de hierro y un gran contenedor verde
se hayan junto a él.
*Andamos por un
sendero de tierra apisonada hasta un grupo
de robles, a poco menos de dos kilómetros
hasta la finca que indica “Dehesa El
Castañar” (fotografía de la derecha). Es un
punto visible durante todo nuestro
recorrido.
*Entre los árboles, de
abundante sombra, podemos descansar y pasar
el día.
*El baño, como en todos lo
embalses de la Comunidad de Madrid, excepto
el Pantano de San Juan, está prohibido.
Extrememos las precauciones con el juego de
los niños en la orilla.
*En ocasiones
puede transitar algún camión de la finca por
el camino.
*Carpas, pájaros de ribera y
diferentes flores (contemos cuántas de
diferentes colores vamos encontrando si
realizamos la propuesta en primavera)
embellecen esta zona montañosa que evoca
paisajes norteños.
*Si hacemos esta
propuesta con tiempo suficiente, podemos
comenzar comprando lo necesario para nuestro
picnic en el pequeño y bello pueblecito de
Rozas de Puerto Real.
*En Rozas de
Puerto Real se pagaba tributo a la corona
por el paso de ganado trashumante.
*Una
de las singularidades de esta zona es su
castañar, única formación vegetal de esta
especie en toda la Comunidad de Madrid.