El Museo del Prado es la joya de Madrid,
uno de los museos más importantes de todo
el mundo. Para visitarlo en familia es
preferible elegir un solo cuadro,
contemplarlo juntos, comentarlo con
nuestros hijos sin afanes didácticos y
después, salir a jugar a los columpios que
hay tan cerca o al Retiro. Eso hará que la
visita les guste y quieran volver.