La moneda voladora es
el nombre que le pusieron los chinos a los
billetes. Además de esta curiosidad, en este
museo vamos a dar un repaso a los objetos
que han servido como dinero para muchas
sociedades: conchas, tabletas de té,
barquitos metálicos o sal.
-Hay monedas de todas
las formas y tamaños: cuadradas, octogonales
o rectangulares. –-Se ha reproducido a
tamaño real un taller de fabricación de
moneda medieval, una ceca. En donde el metal
se fundía y luego se trabajaba a martillo.
-Las cajas fuertes de
la época son objetos fenomenales: un Arca
Tesorera del siglo XVII es también una pieza
muy curiosa que no se sabe si resistía muy
bien el empeño de los ladrones pero que sin
duda, parece inexpugnable.
-El Museo tiene 17
salas, es mejor abordarlo en varias visitas.
Espacioso y luminoso.
-En la misma entrada
podemos acuñar con una prensa manual una
medalla en plata o bronce y llevárnosla a
casa
-Muchas vitrinas
están excesivamente altas para los niños
pequeños pero parte de la colección es
fácilmente visible por estar a ras de suelo
(talleres de acuñar moneda, Arca Tesorera,
etc.)
-Al ser tan extenso
volvamos varias veces, para que los más
pequeños no se cansen y disfruten de la
visita queriendo volver otro día.