“El museo es un lugar de aprendizaje”
Susan McCullough, responsable de
educación del MOMA (Museo de Arte Moderno de
N. York)
Extracto de la entrevista publicada en El
País, 3 de octubre de 2005
¿Qué aporta el museo que no se puede tener
en el aula? El museo es un lugar
de descubrimiento, que es sinónimo de
aprendizaje. Un entorno donde se está
seguro, las preguntas son abiertas y las
respuestas también, el niño se siente seguro
porque no le están poniendo notas. Además,
el aprendizaje de la estética da pie a
muchas cosas que no se aprenden en un aula.
Un alumno inmigrante que no conoce el
sistema educativo español y que no
interviene en clase por vergüenza o por no
saber qué decir si puede participar en el
museo porque le preguntan cosas sobre su
percepción, lo que ve.
¿Cómo se puede explicar un cuadro de
Kandinski a un niño de 10 años y
relacionarlo con su mundo?
Intentamos que sientan cierto interés por lo
que ven, que lo relacionen con algo con lo
que ya están familiarizados. Les preguntamos
qué sienten al ver un cuadro determinado, lo
que les sugiere, a qué les recuerda y vamos
guiando ese diálogo hasta donde nos
interesa. Al final no es tanto que sepan de
Kandinski como que se sientan útiles, que lo
que piensan importa, que su opinión es
válida para el grupo y que sientan que
sirven para entablar una discusión,
desarrollar un vocabulario y hablar de lo
que sienten ante un cuadro.
¿Cómo miran los niños el arte?
Siempre sorprende su sensibilidad especial.
Por ejemplo, en las señoritas de Avignon un
cuadro que habla de sífilis, ellos, en
muchas ocasiones lo identifican con el sida,
una enfermedad de este siglo. Creo que es
una de las cosas más importantes, que los
museos sean un espacio para crear ciudadanos
pensantes. Pero también un niño de cuatro
años puede acercarse al arte y pensarlo, por
ejemplo, a través de los animales, de los
sonidos que hacen, de sus dibujos sobre lo
que han visto.
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